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Tomá un tecito, ponete cómodo. Es hora de historias :)


 VIDA  Mas allá del Gris

A Vancouver le dicen Raincouver (rain= lluvia): las nubes cubren todo de un gris frío. Distinto al gris del cemento de Buenos aires, una olla a presión con 16 millones de burbujas que hablan y putean sin parar;

Distinto al gris de la pintura con que tapan graffitis en Madrid. Con tonos que nunca coinciden y forman capa sobre capa de “vandalismo abstracto”;

Acostumbrada a la calidez del ruido y la gente, los grises de Vancouver me parecían anónimos y distantes. Plantándoles cara para que no me depriman, pensé cómo haría para pintarlos. ¿De qué color es la lluvia, la nieve, el crepúsculo?
 

La cosa no era abrir la rueda de colores en la compu y elegir uno, ni comprar un pomito de pintura “gris crepúsculo”. La cosa era indagar en cuántos-grumos-de-qué-colores-amasar para ocultar el sol. Alquimia.

Hacer un color es solo una parte de la magia, la otra es pintar algo y ver cómo se lleva con los otros colores. Ahí, mi mente me advirtió: -“El mundo de los pigmentos es enorme, y crear tu mundo mágico consume mucha energía. No me pidas que haga las dos cosas a la vez”. Entonces les dije a mis bichos mágicos que se echen una siestita, y me puse a pintar cosas que ya existen.

Pinté una y otra vez, aprendiendo a dejar pasar un rato cuando me frustro, pero siempre volver y terminar. Volver a intentar algo meses después y ver como los colores están más cómodos entre sí.

Hay colores fuertes, como rojo y verde, que en diseño diría que no van juntos porque te harían doler los ojos. Pero en pigmentos, son seres poderosos corriendo uno hacia el otro (el público piensa “OOOOH que explosión intensa harán al chocar!”). Y cuando esto ocurre (tremendo suspenso, toneladas de pochoclo) el resultado es un gris suave. Son tan fuertes que se neutralizan mutuamente. El público queda perplejo (algunos piden que le devuelvan el dinero, otros quedan fascinados como yo).
Ahora sospecho que esos grises sin sabor que veo, esconden vida y color en su interior, solo que están demasiado mezclados como para distinguirlos.

Mauro empezó a cocinar platos orientales, y nuestra cocina se llenó de texturas nuevas. Al intentar pintarlas, vi como el color te transmite el sabor -un tema interesante para explorar, hm.

También hay buenos grises en el cine. "The vast of night” tiene un clima nocturno casi monocromático, que pinté apenas la terminé de ver. (si te gusta la ciencia ficción, te la recomiendo)

Se me ocurrió pintar a Mamá Cora, personaje clásico argentino. Quise probar algo distinto, y le puse cabeza de animal. No me gustó y mi mente me dijo “yo te avisé, una cosa por vez”. Pero antes de rendirme trabajé los climas: El atardecer con esa luz que se filtra por vidrios y cortinas viejas, tiñendo todo de “amarillo recuerdo”. Y el otro más frío, en una cocina chiquita mal iluminada, típica de casa antigua de Buenos Aires.


ʕ•ᴥ•ʔ Gracias a estos pequeños ejercicios estoy aprendiendo a ver de un modo más interesante, haciendo las paces con el gris que me rodea. Me parece lindo escuchar a tu mente cuando te pide que le dejes espacio, y es relajante pintar un mundo que no creaste vos. Igual, en el fondo ansío incorporar estos conocimientos para llevarlos a mi tierra de animalitos sin ley.

 

 POR ÚLTIMO  y no menos importante

Las canas están en mi lista de colores neutros para ejercitar. Y él lo sabe.

Este newsletter es una ventana a mi interior. Sin las limitaciones de las redes sociales, me siento muy cómoda abriéndola. Tiene procesos poco pulidos, palabras inseguras, y todo eso que no se ve en las piezas finales. Gracias por compartir este ratito, y por inspirarme a hacer más. 
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xoxo,
Animalito
 
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